miércoles, 20 de junio de 2012

Tarantula

Tarántula




Un gran licósido, lo que en Europa se llama tarántula.

Tarántula de Brasil en posición de ataque.

Brachypelma sp., una de las arañas llamadas tarántulas en América.
Se llama tarántulas a las arañas más grandes de la familia licósidos (Lycosidae), especialmente miembros del género Lycosa como Lycosa tarantula. Los colonizadores del Nuevo Mundo pasaron a llamar tarántulas a las arañas, mucho más grandes, de las familias americanas Theraphosidae y Dipluridae. En la literatura inglesa, la palabra tarantula se refiere sólo a éstas últimas y se llama wolfing spiders (arañas lobo) a los licósidos.

 Historia

El nombre procede del italiano tarentola y alude a la ciudad de Tarento (en italiano, Taranto), en Apulia, región italiana meridional en cuyo clima mediterráneo seco son abundantes las arañas de la especie Lycosa tarantula. Su popularidad tiene que ver con el efecto supuestamente mortal de su picadura, que en realidad no es tan grave como la de un par de arañas más pequeñas, Loxosceles rufescens y Latrodectus tredecimguttatus (viuda negra), que también se encuentran en la región. Se suponía que una agitación constante como la que produce la picadura (tarantismo) era, a la vez, la forma apropiada de combatir sus efectos y se dio en llamar tarantela a cierta danza, cuyo ritmo veloz imita esos movimientos. Se atribuía a Pirro, rey del Epiro, haber importado la araña desde su país de origen (en el norte de Grecia) como una forma de guerra biológica en su contienda con los romanos.

 Las tarántulas como mascotas

Actualmente muchas especies de tarántulas terafósidas y diplúridas son comercializadas como mascotas exóticas en tiendas especializadas. Diversas especies (por ejemplo, de los géneros Grammostola y Brachypelma) disponen de cerdas o pelos urticantes que son capaces de lanzar como defensa contra los depredadores, pudiendo causar a manipuladores graves molestias en la piel, inflamaciones de mucosas si se inhalan, o en los peores casos graves daños en ojos sin protección.
Su alimentación está basada en diversos insectos, desde saltamontes y cucarachas, hasta roedores. Esta dieta contiene un alto grado de proteínas que ayudan a la tarántula a tener un exitoso cambio de piel, además, puede permanecer de 3 a 5 días sin alimento alguno. El cambio de exoesqueleto ocurre aproximadamente 2 veces por año y es un proceso bastante delicado, ya que si no se hace una adecuada reconstrucción de su hábitat natural, la tarántula puede ser más susceptible y morir. Un factor muy importante a considerar es el clima, pues debe encontrarse de preferencia en lugares cálidos o templados, por lo que si la temperatura es baja, es recomendable el uso de una placa térmica o un foco. Otra razón por la que puede no sobrevivir a tal proceso, es debido a la manipulación de la tarántula por el ser humano.

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